Historia del colectivo
El colectivo de trabajo está formado por instituciones académicas, organizaciones comunitarias y de la sociedad civil con amplia experiencia en investigación inter y transdisciplinaria y en incidencia socio-ecológica. El colectivo surge y se estructura alrededor del Grupo de Economía Ecológica Radical (EER), coordinado por el Dr. David Barkin (UAM-Xoc). Sucesor de las investigaciones en el Centro de Ecodesarrollo (1974-1992), el grupo aplica un cuerpo teórico-conceptual y metodológico complejo con relación a las problemáticas socio-ecológicas, en articulación con actores locales para diseñar soluciones técnicas y organizativas a los problemas socioambientales que enfrentan.
El colectivo se organiza en equipos coordinados por instituciones o asociaciones. Cada equipo surge de o interactúa con actores comunitarios y productores organizados, que participarán activamente en el desarrollo y ejecución del proyecto, conformando una red de investigación e incidencia socio-ecológica de gran alcance. Estos cuentan con larga trayectoria de trabajo socioambiental con alcances regional o nacional:
La Universidad Autónoma Comunal de Oaxaca (UACO) es resultado de décadas de trabajo para extender el concepto de la comunalidad en la Sierra Juárez de Oaxaca, origen de su Rector Jaime Martínez Luna. Sus actividades empezaron con la Academia de la Comunalidad. Sus miembros participan en el sector social y académico, en educación y capacitación ambiental, planeación participativa, políticas públicas y gestión de recursos naturales. En 2020 la galardonaron por la mejora de la calidad de vida de comunidades marginadas y el impulso de acciones políticas hacia la gestión ambiental del país. La UACO trabaja en alianza con la Fundación Comunalidad A.C., quien en 23 años ha promovido el manejo colectivo de bienes naturales.
El equipo de la Universidad Autónoma Chapingo colabora en capacitación y transferencia de tecnología sobre enriquecimiento nutrimental de huevos de gallinas de traspatio con verdolaga en huertos familiares, en los cuales han tenido amplio desarrollo en las últimas dos décadas.
La Universidad de la Tierra (UniTierra) es un centro de educación no formal cuyo fundador y director fue Gustavo Esteva Figuera. Desde hace muchos años, colabora con sus integrantes y asistentes para promover el bienestar en sus comunidades, rescatando conocimientos tradicionales y aplicando innovaciones de bajo impacto. Esteva es reconocido por su larga colaboración con Iván Illich y es miembro fundador del Tapete Global de Alternativas (https://globaltapestryofalternatives.org/), que ilustra modelos alternativos hacia mejor calidad de vida.
El Consorcio Territorios de vida (TICCA) en México y Mesoamérica, inició su trabajo entre el 2010 y el 2014 para fortalecer capacidades de gobernanza, producción y conservación en comunidades originarias. Son parte del consorcio internacional (iccaconsortium.org), conformado formalmente en 2008 con miembros en 83 países comprometidos con la conservación de su biodiversidad y consolidación de su autonomía.
La Sociedad de Producción Rural Raíces Soltecas tiene más de una década de experiencia en producción agroforestal de maguey en colaboración con las comunidades productoras; promueve el rescate de variedades silvestres y la conservación de los entornos naturales con una producción artesanal de mezcal.
El proyecto de la Rehabilitación del Arroyo Tierras en Michoacán involucra una red creada recientemente a través del programa Redes Horizontales de Conocimiento de CONACyT en Morelia. Esta red integra a la asociación Menores en Situaciones Extraordinarias (MESE) Vasco de Quiroga I.A.P., con 25 años de experiencia trabajando con habitantes de la cuenca del Arroyo Tierras. El proyecto propone aprovechar las bondades del árbol de la morera como parte de un programa agroforestal de rehabilitación productiva de las márgenes del arroyo. Además, se anticipa incorporar un programa demostrativo y de asistencia técnica en sericicultura con la participación de comunidades oaxaqueñas.
El Colegio Paulo Freire, es un bachillerato de Huehuetla, Puebla, creado en el 2008 para promover la cultura totonaca, el cuidado ambiental y mejorar la calidad de vida de las familias participantes, a través de proyectos productivos y sociales. Es gobernado por un Consejo de Ancianos en el seno de la sociedad local.